La condición celíaca es una enfermedad de la cual no se habla mucho en nuestro país. Principalmente aqueja a aquellas personas que padecen rechazo total a la proteína presente en el trigo (gluten).
Es crónica, afecta tanto a grandes como a chicos y su tratamiento es sólo seguir una dieta libre de gluten. Parece simple, pero no lo es. La mayoría de los alimentos lo contienen y si no lo contienen, “pueden infectarse” a través de una contaminación cruzada.
Desde su propia experiencia, Joaquín Guzmán, dueño del Bar Italia, me contó lo complicado que es la vida de un celíaco, ya que su esposa padece la enfermedad. Me dijo que salir a comer era literalmente “un cacho” y que luego de un tiempo uno optaba por quedarse en casa.
Por eso se decidió a terminar con estos malos ratos que sufrían tanto él y su esposa, como todos los celíacos de nuestro país, y crear su propio restaurante.
Debo admitir, que cuando recibí la invitación para probar sus platos, tuve un poco de prejuicios. “¿Comida sin gluten? Probablemente sea desabrida y sin consistencia, pensé”.
Al llegar al Bar Italia me maravillé con su decoración Kitsh. Sus lámparas colgantes, sus mesas blancas contrastadas con manteles azules y su propuesta de ambiente envejecido, me parecieron fascinantes.
El día ardía en calor, al menos unos 32º, por lo que correspondía comenzar con un refrescante jugo natural. Frambuesa y Piña, naturales, fueron los sabores escogidos. Los acompañamos (junto a mi compañero) por unas “Papitas Caseras” con lactonesa (preparada con leche sin lactosa) para untar.
Nicole, la administradora, llegó a la mesa con la carta y nos sugirió probar las pastas del día además de un plato de la casa. Nos sirvieron “Fetuccinis con salsa de champiñones” y “Challwa Jap´ix”; Salmón a la plancha acompañado de quinotto de champiñones y locos, con salsa cremosa de espinacas y gamba al merkén. ¿Suena rico, no? Y lo era. Ambos platos preparados con insumos 100% libres de gluten. Toda su carta es libre de gluten y es ahí en donde se destacan por sobre los demás restaurantes del país. El Bar Italia es el primer y único restaurante con su carta gastronómica creada exclusivamente para los celíacos. Es un punto de encuentro, una comunidad donde pueden compartir sus experiencias.
Los platos no tienen nada que envidiar en sabor y presentación a los de otros restaurantes. De hecho, el público es variado.
La hora del postre llegó. Un plato de “Dulces de nuestra patria” se ofreció para ser degustado. Exquisito. No hay otro adjetivo para describirlo. Un cremoso de arroz con leche, una deconstrucción de pie de limón y leche asada de la casa, se unen para crear este manjar.
Honestamente la propuesta del Bar Italia se agradece. Diferente, con ganas de integrar a todas las personas y dar la oportunidad para que todos puedan comer rico, compartir y vivir un buen momento.
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