Escondido en la parte alta de Reñaca, se encuentra
Sumoku, un restaurante moderno con una interesante propuesta de alta cocina Nikkei, tipo de gastronomía que combina elementos de la cocina japonesa y que está a cargo del chef ejecutivo
Sebastián Jara el mismo que brilló en Osaka y trabajó con el reconocido cocinero peruano Ciro Watanabe (QEPD).
Para comenzar a descubrir los sabores de Sumoku y su variada carta, partimos con dos
cócteles de autor de la mano del barman
Felipe Vergara: “Wasabi Punch”, un aperitivo infusionado en wasabi,
tequila, jugo de limón y manzana, endulzado en syrup de romero y toque de soda, además del “Citrus Punch” con
Gin Hendricks, Saint Germain, zumo de piña, syrup de flor de jamaica con jengibre y zumo de limón sutil.
A continuación, y con la oportunidad de tener una vista privilegiada desde la amplia terraza que da hacia el mar, llegó a nuestra mesa un tartar de res trufado, montado sobre tostones de pan brioche, untados en foie gras y huevo frito de codorniz. Para seguir disfrutando esta experiencia,
Pablo Venturin, el garzón que nos atendió recomendó probar las Conchas Frías, tarde de
mariscos bañados con lactonesa de leche de tigre, que pudimos maridar con una copa extra fría de Prosecco italiano de
Tanico Chile, un vino blanco espumoso elaborado a partir de uvas glera, anteriormente conocidas como uvas prosecco.
Como plato de fondo nos inclinamos por dos preparaciones. La primera el Tamago Maki, un roll relleno de
salmón marinado en ponzu, pimentones asados y palta, envuelto en una clásica tortilla de huevo estilo japonés, todo un descubrimiento de frescura y sabor, que tuvimos la suerte de acompañar con un Espumante Brut italiano Astoria, de
Tanico Chile, ideal para sushi, sashimi o
mariscos en general. Mientras que el segundo fue el Kushiyaki de Congrio, dos brochetas de congrio a la parrilla, braseadas con salsa de ají amarillo.
Para finalizar esta experiencia en Sumoku Nikkei, probamos algo de la carta de postres y nos dejamos seducir por las Gyosas rellenas de chocolate y naranjas confitadas. Una presentación llamativa y sabores completamente agradables acompañados de un amaretto Disaronno que dio el broche final para una visita llena de sabores exóticos del más alto nivel.
Dirección: Bellavista #703, Reñaca
Fotos y texto:
Álvaro Bustos