CUPER & CO; LO BUENO TAMBIÉN VIENE EN FRASCO GRANDE

Ubicado en la ex pista de patinaje de Los Cobres de Vitacura, este restaurant, inaugurado en 2014, se impone con un look industrial vintage. La bienvenida las entregan sus ladrillos a la vista, jarrones, maderas y acero con grandes ventanales y vistas a la cocina, lo que nos adelantaría con lo que nos encontraríamos en esta experiencia culinaria.

El local, increíblemente cuenta con 800m² y con una capacidad para 360 personas, por lo que han diversificado su oferta y también ofrecen eventos. A pesar de ser un bar-restaurant han entendido que su público es bastante amplio, y por lo mismo, los días sábados habilitan un sector para niños con juegos y mobiliario adecuado.

Amablemente fuimos atendidos por Malva y Marlon, quienes pacientemente nos explicaron el concepto del local: “Urban food”, el cual tiene como objetivo rescatar preparaciones de la calle y cotidianas elevándolas a un nivel de restaurant.

Mientras esperábamos nuestra aventura culinaria, calmaron nuestras ansias con unos exquisitos panes con cebolla y con una cremosa mantequilla. Realmente muy buen pan, con costra consistente y un interior que le hacía justicia. Cada día sacan una preparación distinta, por lo que no es de sorprenderse que un día toque tomate u otro vegetal.

Para partir nos deleitamos con exitosos y muy pedidos “camarones Kingston”; tres generosos camarones apanados con coco reposaban sobre una suave pasta de palta. Un plato muy equilibrado y sabroso que abre el apetito para lo que vendría después.

Como platos centrales nos presentaron dos de sus platos estrellas: “Pacific Butterfish” y “Spinach Torteloni”. El primero, un plato con carácter, muy sabroso. El butterfish tiene un sabor muy similar al mero, de hecho tienen una preparación similar; ambos solo necesitan ser puestos en el horno ya que la grasa de ambos le aportan el sabor y ayudan a su cocción. Este generoso pescado iba cubierto de una costra de aceitunas que hacía explotar el sabor y subirlo en su carácter, pero como muy bien han pensado el plato, su acompañante es más tímido y ayuda a equilibrar y refrescar la propuesta; risotto de cilantro.

“Spinach Torteloni” es un plato aterciopelado, el cual consistía en tortelonis de espinaca rellenos de asado de tira y queso mozzarella mas salsa de champiñones París. La pasta al dente, los champiñones en su punto y el queso ayuda a que la carne no se sienta seca, más bien unifica los ingredientes.

Y como siempre digo, es bueno siempre salir con un sabor dulce, no podía faltar el postre (es como la última imagen con la que uno se queda de cada lugar). Cuatro tipos de presentación de brownie de chocolate acompañados de helado de toffee pareciera ser el final feliz de esta aventura en este gran gigante. 

¿Dónde? Av. Vitacura 6780, Vitacura 

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