Ideal para visitar en la noche y ubicado en la calle Imperial con el mismo número que le otorga el nombre, Mercado 605 es una invitación a disfrutar. Creado hace más de 4 años por Rodrigo Bebin, chileno, buen conocedor de vinos y Naomi Allan, estadounidense, quien suma el lado dulce con la tienda y cafetería asociada: La Gringa Bakery.
Entrar a Mercado 605 es encontrarse con dos polos: hacia la derecha encontrarás a La Gringa con cosas irresistiblemente dulces, decorado con colores turquesas, rosados, muffins, cupcakes y queques. Hacia la izquierda verás el rack de vinos de Mercado 605 que da la bienvenida con un ambiente moderno y, bajando la escalera, una fina cava de vinos dispuesta a eventos, cerrando el escenario ideal para comenzar una experiencia gourmet en una fresca noche en Puerto Varas.
Junto a mi comensal nos sentamos cerca del rack de vinos, donde además tienen otros productos a la venta como aceites de oliva y salsas. Excelente idea, ya que este food-wine bar, cumple lo que propone: ofrecer vinos para acompañar la comida.
Las cartas de vino suelen ser tediosas, aburridas e inexactas, pero tener la oportunidad de ver la botella ahí mismo, decidir tomar aquel vino de etiqueta vistosa (dicen que los libros venden por sus portadas y ¿los vinos?), y además poder comprar enmarca a este local en mucho más que en un restaurant.
Pero no todo es vino, la carta de platos, bastante generosa en sus opciones, parecía imposible de entregarnos solo un plato, pues no queríamos dejar fuera a otros. Tarea que finalmente no fue ardua ya que nos guiaron amablemente con platos sorpresas.
Para despertar nuestras papilas gustativas pedí un Martini de zanahoria con un toque de jengibre, ¡si! escribí zanahoria, sediento lector. Este cocktail ahora ocupa el lugar número 1 de mi lista de Martini. La zanahoria otorga un sabor dulce y a la vez cremoso a este cocktail y el jengibre a su vez le da cierto picor que despierta el paladar…simplemente hace querer otro más.
Ya con nuestra hambre iniciada nos trajeron una tabla de tártaro de res con cebolla, ají verde, albahaca, pepinillo, vinagreta de limón, mousseline de cilantro y huevo de codorniz. En este tipo de platos te das cuenta de la calidad de sus productos, te los encuentras en bruto, totalmente al desnudo y nada malo puedo decir: la carne excelente, cada uno de sus productos frescos, con aromas y personalidades marcadas formando una amalgama cremosa y refrescante típica del tártaro.
Luego nos presentaron el primer plato de fondo: Ravioles negros rellenos de centolla. Primero, ¡vaya! Qué mezcla de colores al ver ravioles en tinta de calamar y al abrirlos el color rosado de la centolla, y segundo, ¡qué buen sabor! La mezcla perfecta de forma y contenido. Un plato equilibrado, bien fusionado y apetitoso a la vista.
Ya íbamos bien con los ingredientes de mar, pero era el turno de la carne. Como segundo plato nos presentaron el Risotto de Res al vino tinto y setas. Un plato con carácter, fuerte y extremadamente sabroso. El vino, haciendo justicia a el mantra de este local, articula las partes de este plato, une a la perfección los champiñones, el arroz y la carne, permitiendo que sus sabores fluyan en una mezcla cremosa y de sabor potente.
Luego de habernos deleitados con cada plato y copas de vino, llegaría ese final, ese final al que todos creemos que no nos quedaría espacio, pero que siempre existe y nunca se niega: El postre. Tarta Tatin de manzana y helado de vainilla sería el nuestro. Cálido y agradable a los sentidos, este dulce postre nos acompañó por un largo rato, mientras Rodrigo Bebin, instalado en nuestra mesa con una copa de Rosé, nos contó honestamente sobre su proyecto, sueños, vinos, historia, familia, dulces, su gringa y Puerto Varas.
¿Dónde? Imperial 605, Puerto Varas.
Sitio Web: www.mercado605.cl
Fan Page: Mercado605
Reservas: 56-6652231980
Periodista, colaboradora de Chile Gastronomía
gdieguez@chilegastronomia.cl