Lombok Beach es el nuevo comedor que se emplaza en la zona de El Huáscar, a pocos kilómetros al sur de la comuna de Antofagasta. Desde allí se viene haciendo reputación de un sitio ondero, con una terraza acogedora que invita a mirar y ser visto. Mientras que en su interior, sigue un estilo atractivo e informal, donde la playa de arena blanca choca prácticamente con el comedor, como debe ser un buen rincón playero, pero aquí es con ritmo thai.
La propuesta es simple: trabajar con productos marinos de la zona y destacar sus cualidades. Albacora, cabrilla, cojinova, congrio, corvina y dorado, salen al baile para deleitar el paladar de los peregrinos amantes del mar. Ello, acompañado de preparaciones abundantes a base de locos, jaibas, camarones que juegan con sabores y especies de origen tailandés como peruanos en una fusión del estilo costero que ofrece su carta.
Un reluciente y moderno local con música propicia que invita al comensal a un relax. Su chef, Carlos de la Paz, supo interpretar a la perfección el estilo de carta que querían imprimirle sus propietarios a Lombok Beach. Así, un Sour Lombok, un Thauko y un Rinjani, fueron los aperitivos que partieron dándonos las bienvenidas preparadas bajo las sabias manos de sus bartenders José Sánchez y Jonás Rocabado, en una tropical y moderna presentación. A base de licores de alcachofa, goma casera, cerveza artesanal, crema de coco, ron blanco, pisco y vodka, entre algunos ingredientes.
En Lombok Beach, explotan con inteligencia e informalidad las posibilidades que tienen los sabores del sudeste asiático, utilizando insumos locales y de estación que funcionan como perfectos comodines para su propuesta playera.
El primer atraque fue un entrante consistente, ya en un clásico local del norte Pulpo al olivo. Correcto en cocción y laminado. Suave y terso con la cuota justa de olivo y sazón, con un emplatado vistoso y a ritmo asiático. Maridado con una untuosa copa de sauvignon blanc de la viña Misiones de Rengo.
Acto seguido, degustamos un pescado (corvina) y camarón encocado, pescado fresco con buena combinación de sabores en su salsa como un correcto sudado persistente en coco acompañado de papas rústicas y su arrocito blanco. Seguimos con una preparación bandera de este ambigú como es el Arroz Lombok (Khao Pad Saparod),buen salteado y punto de cocción del arroz como del pollo y camarones. Gana y lleva al sabor de origen la presencia del jengibre, sésamo y salsa de ostras, no dejando de lado las castañas de cajú, que de verdad había.
Finalmente pudimos llegar al nirvana del relax, junto a un meloso Brownie de chocolate y helado de vainilla. Postre justo en porción y dulzor. Con una maravillosa salsa de arrope de chañar. Sin duda, gana puntos esta propuesta en el rescate de un producto nortino y en su puesta en escena.
Lombok Beach es un verdadero hallazgo, con una cocina e instalaciones por sobre la media regional. Con una terraza espectacular, que invita a permanecer en ella al ritmo marino, junto a un correcto y amable servicio. Qué bien vale disfrutar en onda familiar o en pareja. No se arrepentirá.
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