Con una cautivadora propuesta inspirada en la década dorada de los locos años veinte. Marcados por la prosperidad, bohemia y abundancia económica de los EEUU se encierra el concepto de este insigne comedor, ubicado en la pujante zona comercial del sector Parque Oriente de la ciudad del cobre. Sus dueños y, en especial su administrador Cristian Santana, buscan transportar en este local a los comensales a dicha época marcada por una agitada vida social. Y Calama, pucha que la tiene.
De la mano de su Chef ejecutivo Iván Hernández, y la etimología griega que le da el nombre a este local que significa “el mejor o el más notable”, se presenta la carta con la consigna de rescatar lo más grande de las preparaciones con fuerte presencia de carnes grilladas y la inserción de productos locales propios de estas áridas zonas. Desbordando principalmente vegetales, hierbas y carnes camélidas como salvajes.
Hoy, a un año y medio de su apertura, tuvimos la oportunidad de disfrutar del espacio y relajo, que ofrece este prospero ambigú, bajo un concepto de una cocina gourmet - regional.
En Aristos Restaurant presentan platos emblemas como la Tablas de crudos y Piqueos en base a carnes y mariscos, carnes a la parrilla como su Chuletón de Angus (Ciervo, Jabalí, Guanaco y Avestruz) y sus inmejorables postres.
La experiencia Aristos, comenzó con un refrescante y vigoroso Pisco Sour a la rica-rica (Hierba medicinal altiplánica) justo y necesario a esa hora del almuerzo, con las temperaturas y aridez de la ciudad. Siguiendo el consejo del cordial garzón, Enrique, nos dejamos tentar por una Trilogía de Cebiches de Pescados (Corvina, Atún y Salmón) justo en su acidez, sazón y picor. Frescura pura y buena presentación.
Previo al plato principal, nos seducimos por los recuerdos de niñez, por un Consomé de Plateada. Buenísimo. Pura enjundia y contundencia, como diría mi recordado abuelo. No falló el olfato. Realmente, un punto a favor el tener en su carta estos menjunjes y caldos. Se los recomiendo a ojos cerrados.
Acto seguido, queríamos probar parte de la propuesta nativa del local, así que sin pensarlo mucho y sin saberlo, elegimos el plato estrella, touché. Un Estofado de Guanaco en larga cocción (6 horas) con quinotto y verduras confitadas. La gracia su excentricidad y preparación, muy bueno.
El colofón vino con un postre a la altura de la propuesta del local: Blues de Chocolate, postre generoso en sabor y estética. Para finalmente degustar unos melosos bajativos consistentes en unos licores de melón tuna y almendra.
Destacamos el buen servicio. Ya, al momento de cruzar los portales de acceso, uno se siente bien atendido y resulta un refresco su salón, casi a la altura de un pequeño príncipe. Ello, gracias a un personal bien compenetrado en su labor. Abundante en cordialidad y conocimiento de la carta.
Con respecto a su lista de morapios, bien pensada y justa a la regla. A carnes fuertes y exóticas, vinos con cuerpo y de los buenos, entre sus etiquetas, Lota Cousiño Macúl, Caballo Loco Sixteen y Caballo Loco Grand Cru.
Sin duda Aristos, es una buena propuesta si anda de paso por Calama. Con una cocina promisoria, con platos proporcionados en tamaño, con precios entre lo razonable y la inversión, propios de la comarca cuprífera que, sin duda, lo posicionan dentro de las mejores alternativas que marcan cancha en el escenario local, con un sello de autenticidad gastronómica.
Consumo Promedio P/P: $25.000
Dirección: Avda. Balmaceda N° 2526, Tercer Piso, Calama.
E-mail: aristosrestaurant@gmail.com
Facebook: AristosRestaurante
Horario: Lunes a Sábados de 12:00 a 16:00 y de 19:00 a 00:00 horas.