El día a día puede llegar a pasarnos la cuenta. Esas rutinas que nosotros creamos suelen agobiarnos si no son adornadas con ideas frescas, motivación y lo importante que es no dejarse vencer por la comodidad. Sin embargo, hay que reconocer que, en tiempos de remesones inesperados, se extrañan los hábitos y una cierta uniformidad de vivir.
El fin de semana pasado visité Olmué, una de mis zonas favoritas en la V región, y muy próxima a Santiago. Allí descubrí una propuesta bastante novedosa de escape y conexión con la naturaleza que invita a desaparecer de lo frecuente y sumergirse en el disfrute de un respiro. A continuación, les quiero compartir mi experiencia en el Glamping Biosfera Lodge. Dormimos en los módulos, disfrutamos cada espacio junto con variadas actividades de recreación y, por supuesto, nos deleitamos con el más exquisito desayuno y almuerzo en el restaurant. Una magnífica oportunidad e idea para volvernos originales con los panoramas.
Biosfera Lodge es un “Glamping”, concepto innovador que nace de la combinación de las palabras inglesas “Glamurous” y “Camping”. Es un espacio que brinda la posibilidad de experimentar la grandeza de lo natural con las comodidades de un hotel. ¿Qué mejor? A nosotros nos suena como el Match perfecto.
Una de las cosas que más me motivaba de visitar el lugar y escribir esta nota para Chile Gastronomía era entender el rol del restaurant, puesto que el espacio y los módulos son el fuerte. Parecía interesante saber de qué forma la comida se consagra como el “acompañamiento” de toda la experiencia de un Glamping. Buena sorpresa, llegamos a la hora de almuerzo y nos esperaban con un picoteo simple, que funciona perfecto para el calor que hizo ese sábado: unos pancitos tostados con condimentos y aceite de oliva, aceitunas y una pastita. Probamos la cerveza local Premium Fahrenheit (American Pale Ale) de sabor refrescante, acabado suave y un exquisito color dorado pálido ¡Una maravilla!
Los platos principales destacan por su articulación con el entorno. Nos llegó a la mesa, con una presentación muy bien cuidada, un plato de Albacora con papas fritas y un Lomo con arroz a las finas hierbas, ambos de un sabor apetitoso. Los postres, sin duda, se ganaron todo nuestro cariño y como dicen por ahí, comer algo dulce al terminar el almuerzo nos ayuda a sentir una especie de placer global. Y así fue. Quedamos más que llenitos de energía para disfrutar la tarde. Probamos unas ricas papayas con crema y castañas azucaradas con toque de menta.
Luego, aguardamos con mucha curiosidad la siempre considerada “comida más importante del día”. Un desayuno fuerte y contundente (Incluido en la estadía). El fragante café en grano colmó el restaurant; jugos naturales, cereales con yogurth, pancitos con palta y huevo, un pan aliado con jamón y queso calientito, genial para las mañanas frías en medio del bosque. Todo servido con mucho cariño y consciencia.
Algo que destaco y se hace notar al momento de llegar, es el respeto del Lodge con el entorno, el cariño de un proyecto que ofrece calidad de forma silenciosa, obedeciendo los ritmos de la naturaleza. Se aprecia ese pensamiento hasta en el mínimo detalle de usar bombillas metálicas y no las de plástico. Arte por todos lados, un lugar fascinante lleno de detalles que vale la pena descubrir.
Síguelos!
Instagram: @glamping_biosfera_lodge