En el corazón de la comuna de Providencia hace 37 años se encuentra uno de los restoranes iconos de la cocina internacional capitalina. A mediados de los 80s, exactamente el 29 de agosto de 1981 abre sus puertas al publico el restorán
“Giratorio” un lugar que no tenia el placer de conocer hasta anoche que fuimos a probar algunos platos de la carta del único restorán en eterno movimiento de Santiago y del país.
Al bajar del ascensor (Piso 16) nos encontramos con una escalera que nos llevara hasta el piso 18, ahí vemos un amplio espacio rodeado de un gran ventanal 360 algo mas de 40 mesas, un ambiente bien relajado, ya es de noche, suena música tranquila de los 80s y 90s y las luces de la ciudad es nuestro paisaje, de inmediato nos recibe Raúl Díaz (Jefe del turno noche), el nos cuenta que tiene una mesa preparada para nosotros y amablemente nos aborda un siempre atento y sonriente garzón llamado Omar Arenas quien nos ofrece un aperitivo el cual aceptamos gustosamente, Aperol para mi bella acompañante y un Amaretto sour para mi, el comienzo de una circular y sabrosa noche.
Raúl, nuestro anfitrión nos ofrece comenzar esta noche con unas machas a la parmesana, idea que nos parece genial. Podemos apreciar que hemos avanzado y hemos cambiado de lugar, el movimiento es bien sutil haciendo el giro completo en aproximadamente 1 hora con 20 minutos.
Pasamos al plato principal y en la carta que cambia cada 6 meses figuran varios platos que son insignes y que se mantienen a lo largo de los años yo particularmente y considerando que es la primera vez que visito Giratorio pediré uno de los clásicos de la casa “El Filete Giratorio” y mi bella invitada se pide la “Albacora Cardenal”.
No a avanzar mucho en nuestra vuelta para cuando los platos ya alcanzamos están en la mesa y nos llama la atención no solo la rapidez del servicio sino lo generoso de sus porciones. Para el maridaje la casa me propone un Carmenere de viña Veramonte y para mi doncella un SauvignonBlanc de la misma viña.
El Filete Giratorio justifica a cada bocado el porque es uno de los emblemáticos del restorán, la carne blanda, magra en un romance con el queso y el jamón que lo rellena y la salsa de vino con champiñones que humecta y cubre la carne con las papas perfectamente freídas simplemente hermoso, así tal cual comentamos la Albacora cardenal, una albacora en su punto con unos camarones sabrosísimos junto al quinoto de maricos que mas que un acompañamiento es otro universo mas.
Sin darnos cuenta nuestra vista ya esta hacia el sur oriente de la capital, estamos casi dando la vuelta completa pero aun nos queda el postre y esta muy difícil la elección, el factor chocolate nos ayuda a decidir y pedimos la “Sinfonía de Chocolates” un postre lleno de geometría, diversas figuras con diversos tonos y sabores de chocolate, una real sinfonía.
Una vez que volvemos la mirada hacia fuera nos damos cuenta que el postre nos había atrapado y ya habíamos dado la vuelta, la verdad es que fue un mega placer poder visitar este emblemático restorán de comida internacional, rica comida preparada por el chef peruano Roberto Tepo, oportuna y agradable atención una experiencia no solo 360º por la vuelta que le damos a la ciudad sino 360º porque es una experiencia integralmente placentera.
$ 30000 aproximado consumo por persona.
Abierto de Lunes a Sábado de 12 a 00 hrs.