Gracias a todas las experiencias que he vivido recorriendo diferentes restaurantes, me he dado cuenta de algo; un restaurante no saca nada con tener la mejor comida, un lugar de lujo con mesas perfectamente decoradas o servir el mejor champagne del mundo si no tiene un factor fundamental: amor. Y esto, se transmite en el Da Noi desde que pones el primer pie en la puerta.
Siempre había querido ir a probar sus pastas. Me habían hablado tan bien de esta trattoria que cuando recibí la invitación no pude más de la emoción. Junto a mi comensal, llegamos al local en la esquina de Sucre con Av. Italia (qué barrio más rico). Al entrar, nuestra mesa estaba reservada y con eso sumaron inmediatamente mil puntos a su favor, jeje. El mesero encargado de atendernos fue Jaime quien con amabilidad, simpatía y mucha disposición nos presentó la carta (digital, nada menos) y nos comentó los ricos platos que estaban en ella. No conforme con eso, se ofreció para darnos un tour por el lugar que cuenta con diferentes salones, una cocina humeante a la vista y su propia fábrica de pastas (o sea, pastas frescas al minuto).
Las paredes del Da Noi, que en noviembre cumple 21 años de servicio, están decoradas con una serie de cuadros del pintor Santos Guerra que las transforma en una verdadera galería de arte.
Al volver a nuestra mesa, y luego de saludar a todo el personal que se nos cruzó en el camino, nos recibió una apetitosa y sencilla tabla “Capitán Pastene” con Prosciutto, Coppa, Salchichón de Montecorone, queso parmesano, aceitunas y salsa pomodoro. Bastante bien para dar inicio a una merienda consistente en pastas. No queremos salir con el estómago enojado.
Era de esperarse que fuéramos a maridar la comida con un buen vino y esos momentos Da Noi nos sorprendió. Ellos tienen su propio vino pensado y elaborado especialmente para beber y disfrutar con pastas. El “Magdalena” es un Carmenere del Valle de Itata muy frutoso y fresco. El nombre no está puesto al azar, no señor. Magdalena es la nieta de don Juan Ponce, dueño de este paraíso italiano. También tienen el "Quota", un blend que lleva un colorida etiqueta diseñada por el mismo Santos Guerra.
Las estrellas de la jornada llegaron para ser devoradas. Bajo las recomendaciones de Jaime, nos dispusimos a disfrutar de dos delicias; un “Agnolotti de Salmón Ahumado” relleno igualmente con salmón ahumado y queso mozzarrella acompañado de salsa de camarón y Provensal y, por otro lado, un “Agnolotti Da Noi” hecho con masa de tinta de calamar rellena de carne de jaiba y ricota, acompañado de salsa rosa (pomodoro y crema). Si pudiéramos describir la sensación de llevar semejantes manjares culinarios a nuestra boca en un emoticón, sería este :D ¡Qué pastas más ricas mamma mía!
¿Recuerdan que en un principio mencioné la palabra amor? Pues bien, en Da Noi se nota que todo lo hacen con amor. Desde que entras se siente un calor de hogar que lo llegan a confirmar todos sus meseros con tanta amabilidad que ofrecen para atenderte, siempre sonriéndote. Ese es un valor agregado que no encontramos en todos los restaurantes. ¡Y puchas que se agradece! Además, sus pastas también se fabrican con amor (y los mejores ingredientes) porque son frescas, con textura y deliciosas al paladar.
Hay tres cosas que no podemos dejar pasar antes de cerrar esta nota. Primero, el Da Noi vende pastas y platos al detalle. Segundo, no pueden dejar de probar la última novedad de la carta; el “Agnolotti de Alcachofas”. Y tercero, pero no menos importante, tienen que reservar y comer en el Comedor de la Nonna, ambientado con muebles antiguos y lleno de fotos de antaño de la familia dueña. ¡Es hermoso!
Agradecemos infinitamente la invitación que nos hizo de Juan y Luis Ponce, su hijo. Tengan más que seguro que volveremos y que, al pensar en pastas, siempre pensaremos en ustedes. Da Noi…L´arte di mangiare bene.
¿Dónde? Avenida Italia, 1791, Ñuñoa.
Sitio web: www.danoi.cl
Teléfono: (56-2) 22 74 2001