En Laguna de Zapallar, a unas cuadras de la playa, caminando justo por su avenida principal se encuentra Laguna Gourmet, un restaurante que abrió sus puertas hace ya casi tres años con el esfuerzo de una familia completa.
Su ambiente y comida te llevan en cada bocado a la casa de la mamá o la abuela (con toques un tanto italianos a ratos), y esto pasa porque sus dueños Patricia y Claudio comenzaron sus andanzas gastronómicas hace ya unos cuantos años atrás. Patricia, cocinera autodidacta de familia con ascendencia italiana, es una ingeniera que dejó la oficina por los sartenes y cuchillos y la majestuosa sinfonía del servicio. Para ella cada receta es una prueba y ensayo que te lleva a la perfección. Claudio, por su parte, posee la destreza y el carisma necesario para timonear el barco en pleno rush costero, y pareciera que baila en el salón coordinando todo para que a sus mesas no les falte nada.
El ambiente de Laguna Gourmet tiene en una el “efecto playa”. Una vez que te sentaste y miraste la pizarra con los platos del día se apodera de ti una especie de letargo hambriento y sonriente. Desde ahí en adelante todo irá a la perfección porque una de las cosas que sí puedo asegurar es que para ellos lo más importante es el comensal y eso señores, se nota.
Nuestra visita partió bien, con un buen vaso de clery y unos jugos naturales hechos en casa. Ojo ahí, la gente querida de Laguna Gourmet no trabaja con productos congelados, sus jugos son naturales naturales, nada de pulpas ni concentrados. Las entradas estaban para chuparse los dedos. Probamos unas brochetas de camarones con morrón y una reponedora sopa marinera, directo al alma fiestera veraniega. Pero hay que ser honesta en esta vida: mi entrada favorita fueron esas maravillosas croquetas bien españoladas de jaiba. Uff qué recuerdos y cuánta complicidad en un par de bocados. Maravillosas.
Nos pasamos después a sus principales, con un plato típico en la zona: Albacora con papas mayo ¡infalible! Disfrutamos también una fresca reineta a la plancha acompañada de unas papas lionesas que estaban increíbles, y otra vez un clásico de la zona (y lo digo por experiencia ya que trabajo en el rubro) el siempre bien visto panqueque con camarones, algo así como un plato ícono de restaurante de playa.
Punto a favor para Laguna Gourmet ya que hay diversidad en lo que se cocina, para tradicionalistas y aventureros gastronómicos. En sus postres volvemos a la cocina de mamá: arroz con leche, cheesecake de frutos rojos, y el postre que ya les ha otorgado premios y menciones en varios lugares, el mejor Flan de la V región. Por él vuelvo y peco mil veces, por él me enamoré hace ya más de un año de Laguna Gourmet.
En la realidad del restaurante conviven distintos mundos y nacionalidades, reflejo de la cotidianeidad de la zona, rica sensación de barrio, todos se conocen, mientras conversábamos saludaron a la mitad del pueblo de laguna de zapallar que iba y venía de sus quehaceres.
El sello de calidad de Laguna Gourmet son sus productos de temporada, su cocina de mercado y sin que ellos lo noten, regenerativa. Acá es todos los días un partir de cero por cada plato, y eso hoy en día es digno de ser mencionado. Cuántos platos he visto pasar y deleitar a la gente: Crema de alcachofas y espárragos, empanadas de locos de horno, morrón relleno con chupe de jaiba y sopa de parmesano, croquetas de corvina, cassoulet de pallares, gratin de papas, pollo al cognac, papas Lionesa, flan, arroz con leche, y más.
Venga a darse una vuelta y podríamos seguir conversando de lugares como éste.
Hoy por hoy sólo se encuentra abierto para el almuerzo y esperan comenzar un servicio a la carta para aprovechar las tardes cálidas de la laguna (Dios los oiga y el colúo se haga el sordo). Recomendación: haga reserva, fin de semana casa llena. 954316322.
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Fotografías: @cami.alejandra91