Hace tiempo que sentía unos olores irresistibles entrar por la ventana de mi casa, lo que generó una hambrienta curiosidad en mí. Vivo hace poco en la entrada del Barrio Italia, junto al metro Santa Isabel y aún en este corto tiempo no había sido capaz de entrar en confianza con mis vecinos. Cuando tuve certeza de dónde provenía el olor, me armé de valor y fui enfrentar esta seductora pesadilla.
En pleno Santa Isabel, casi en la esquina Seminario, se encuentra El Carrilero, sanguchería de estilo pop callejero, lleno de colores encendidos y confortables espacios para disfrutar de estas bellas preparaciones que van dentro de un exquisito pan.
Su administrador, Juan Carlos, nos cuenta que están funcionando hace 15 meses con el nombre actual, pero que esta historia nace hace más de 16 años en este mismo local.
Para comenzar, decidimos ir desde lo mas liviano a los más poderoso (en cuanto a ingredientes), con uno de los regalones de sus clientes vegetarianos: su famosa hamburguesa de garbanzo, la Burger vegeta, junto a la combinación “Cuática” que lleva palta, tomate, cebolla morada, pepinillo y la deliciosa mayonesa de la casa, junto a una considerable porción de papas rusticas, cremosas por dentro, crocantes por fuera y para beber un helado y dorado shop artesanal Golden Kross.
“La especialidad de la casa es la hamburguesa”, comenta Juan Carlos, mientras nos preparaba nuestro segundo sánguche de la tarde, siendo el turno de la hamburguesa de Chorizo y su acompañamiento “De la puta” (“Chorizo de la puta”) con una copa de uno de los vinos que tienen acá en el local.
Esta vez el sabor es más fuerte y poderoso que el anterior, pero la combinación del chorizo molido por ellos mismos, echa hamburguesa, más el pebre, queso, pepinillo, palta, panceta de tocino, cebolla caramelizada y la hermosa mayo casera, me deja casi sin palabras y ya casi sin espacio.
Juan carlos compra la carne y hace sus propias hamburguesas. Fue en esos trabajos de laboratorio y de degustación que creó la hamburguesa de Asado de tira, rellena con queso. El presenciar el momento en que la Burger está en la plancha y comienza a escapar el queso de su interior son momentos en los que uno se conecta con su lado primitivo y sibarítico. Y ojo, que en esta Burger, al igual que la de abastero y la de punta de ganso (que está por estrenarse) podemos pedir punto de cocción.
Luego, llegó ante mí la Burger de asado de tira “al velador”, una belleza rellena de queso y acompañada de tomate, lechuga, cebolla morada, panceta de tocino, pepinillo y mayo casera que, a estas alturas, ya me genera un cierto grado de adicción.
Una hamburguesa letal, de sabor preciso, donde la burger propone el sabor de todo el conjunto, simple y maravilloso, y lo que es muy importante, poder comerlo con la mano como un sánguche de verdad.
Sólo puedo decir que esta experiencia fue creciendo en placer a medida que avanzaba la tarde. Ricos sánguches, frescas cervezas, vinos a la altura de lo que comemos, precios accesibles que van de los $8.000 si va con cerveza o bebida y a $14000 si maridas con vino, Adobe de Viña Santa Emiliana o Casillero del Diablo, por nombrar algunos.
Un arma de doble filo tener vecinos así, pero en cuanto a la experiencia vivida sólo puedo decir que tienen que visitar El Carrilero, en Santa Isabel 0194.
Por último, cuando me preguntó dónde vivo, le expliqué que soy su vecino de arriba, a lo cual me dijo que antes de que yo llegara vivir ahí, esa casa era su casa. Cosas de la vida…
Síguelos!
Facebook: El Carrilero Chile
Instagram: @elcarrilerochile
Fotografías: Carlos Ibáñez