Proveedores Gastronómicos

CACAO EMPORIUM, UNA ODA AL CHOCOLATE

 

Ubicado en Las Hualtatas 8842 en Vitacura, este templo del chocolate ofrece, sin lugar a dudas, una de las mayores variedades de chocolates de calidad que hay en la capital.

Jaime Alfaro trajo a la vida, y con una convicción admirable, el concepto del chocolate en todas sus expresiones, por esto no es de extrañarse que en su local y coffee shop no encontremos nada que no sea o tenga relación con el chocolate. Si hubiese una analogía sería como la casa de Hansel y Gretel; si pudiera, Jaime revestiría los muros con chocolate. En ese sentido, es una propuesta concreta, directa y coherente: Cacao Emporium es chocolate y punto.

Fuimos seducidos por esta atractiva apuesta y quisimos probarlo todo. Partimos por la novedosa línea de chocolates sin azúcar endulzados naturalmente. El sabor es realmente igual al chocolate normal por lo que atención para los que tienen problemas con azúcar ya que no sería necesario despedirse de estas gollorías.

Luego pasamos a las trufas de whisky, una de las favoritas y con justa razón. En su centro encontramos una suave pasta de whisky y chocolate, y por fuera, una coraza de chocolate. Las trufas de tiramisú no se quedan atrás, con un rico amargor y una fina y blanca capa de azúcar flor hacen de estas dos trufas especiales para acompañar un activador espresso.

Probamos también los chocolates Bariloche con ciruelas al malbec con una suave textura característica de la fruta acompañado en un muy buen equilibrio con el vino. Pero para quien no gusta de las ciruelas y el vino puede optar por los chocolates Bariloche de limón que tienen en el medio una exquisita pasta cítrica de limón que tiene la típica acidez de la cascarita de este fruto.

Dentro del mundo de los cítricos no pueden faltar las naranjitas cubiertas de chocolate. Las de Cacao Emporium tienen dos particularidades: la primera es que la cobertura toma solo tres cuartos, por lo que es muy fácil tomarla y otra es que tiene la cáscara de la fruta presente haciendo que tenga una consistencia y sabor más fuerte. Y como Cacao Emporium va aún más allá, nos sorprende con limoncitos cubiertos en chocolate blanco. Esto es simplemente una maravilla que no deben dejar de probar.

Los clásicos no pueden faltar en Cacao Emporium. Aquí encontramos los Rochers, con avellanas y almendras molidas cubiertas en chocolate de leche y bitter, cajas de bombones en varios formatos, barras de chocolate con diversos porcentajes de cacao y variados orígenes.

Nosotros nos quedamos con el de 85%, solo para valientes. Jaime nos enseñó que la correcta forma de comer el chocolate amargo es dejar que la tableta se derrita en la boca sin morderla, así se aprecia realmente el sabor del chocolate sin que moleste el amargor y se comprueba su calidad, y como somos obedientes así lo hicimos (les recomendamos que así lo hagan también).

Si hay algo que resulta un placer culpable y secreto son esos frasquitos que Cacao Emporium ofrece como finas perlas de joyería. Decimos joyería porque así parecen: pasas al ron cubiertas de chocolate de leche espolvoreados en color oro, almendras con chocolate bitter en finos polvos blancos, y por último, el atrevimiento: avellanas con merkén y chocolate leche espolvoreado en tonos burdeos. Una suave mezcla entre merkén y chocolate junto con las cálidas avellanas hacen de este frasquito, al igual que Cacao Emporium, un refugio de sabores nuevos y que todos deberíamos atrevernos a probar y disfrutar.


Gabriela Diéguez - Santiago

Periodista, colaboradora de Chile Gastronomía

gdieguez@chilegastronomia.cl

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