Millavoro está elaborado con la variedad
Carignan. Tinta de piel gruesa, resistente y rústica, con la que se puede elaborar vinos estructurados, de buena acidez, jugosos y complejos. Originaria del centro norte de
España y esparcida por todo el mundo, su referente de mayor renombre es el
Priorato en Cataluña y de la cual hay
varios exponentes en Chile, mayoritariamente provenientes de la zona de secano en la región del
Maule. Este es uno de ellos y se producen todos los años una cantidad cercana a las 2.000 botellas.
Fernando Almeda, enólogo independiente, consultor vitivinícola y candidato a
Master of Wine, decidió crear un vino con esta cepa en una pequeña bodega experimental en el sur de nuestro país.
En honor a esta tierra toma prestado el nombre
Millavoro de la novela representativa de la corriente criollista chilena, escrita por Mariano Latorre en 1943, llamada Zurzulita.
Su escenario es Huerta de Maule y descubre en sus páginas, paisajes, personajes y costumbres citando a Millavoro como
la mejor viña de la zona. “De mis 40 vendimias recorridas por el mundo, a 23 de ellas le he dedicado tiempo y esfuerzo a esta variedad. Con seguridad puedo hoy mostrar la nobleza de la viña vieja y mi tradición vitivinícola familiar que se forjó, y no por azar, en el secano maulino. Intentando darle sentido a todo esto, no sólo en palabras, las uvas se depositaron en vasijas de barro rescatadas en la zona. Fermentó con levaduras nativas y con un porcentaje menor de racimo entero, manteniendo la maceración con las pieles de manera prolongada antes de su descube. Hago la fermentación maloláctica y decanto el vino en pipas viejas de
1.000 litros por un año, para después pasar otro año en huevos de concreto antes de su embotellado y posterior guarda en la botella”.
Por las características de esta vendimia,
la versión 2016 es un vino complejo en nariz, con notas de guinda ácida, tierra y especies, boca jugosa y sabrosa de tanino presente fino y elegante y de largo post gusto e intensidad. Con la guarda y crianza en botella conseguiremos desarrollar una mayor riqueza y personalidad. Es un vino ideal para los platos con sabor intenso y especiado. La temperatura de servicio es clave
para disfrutar de su calidad y tiene que ser fresca, alrededor de los 16°C.
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